La bodega Son Vich de Superna, ubicada en el Valle de Superna, en la Serra de Tramuntana, en Mallorca, está en una finca cuya historia se remonta al siglo XIII.
El Rey Jaime I entregó esta finca a Ludovico de Vic por su ayuda en la reconquista de Mallorca.
Debido a un microclima muy particular y unas fuertes oscilaciones térmicas, sus vides (de diferentes variedades) producen vinos con una diferenciación única en la isla.
Las particulares condiciones orográficas de la finca han exigido de los propietarios una cuidada selección de variedades de vid. Estas variedades las seleccionan incluso en función de cada parcela. La dificultad de mecanización supone además el cultivo, recolección y cuidados a mano. Por este motivo, la bodega Son Vich de Superna ha conseguido el sello de viticultura heróica, que concede el CERVIM (Centro de Investigación, Estudio, Salvaguarda, Coordinación y Valorización de la Viticultura de Montaña).