Las galletas de aceite son elaboradas con harina, aceite y agua.

Su origen es muy antiguo, estando íntimamente relacionado con la navegación marítima, por lo que se las ha llamado durante mucho tiempo galletas marineras. Los hornos de la isla las elaboraban para los barcos mercantes y pesqueros, que al efectuar largas travesías necesitaban una fuente de alimento que soportara el paso del tiempo y la humedad. Al hornear varias veces las galletas éstas quedaban extra secas, de modo que aguantaban mejor durante el viaje. Para ingerir estas galletas había que romperlas e hidratarlas primero.

Posteriormente los hornos elaboraron estas galletas de aceite con sus variaciones artesanales para el consumo local, en tierra, sin ser necesaria tanta longevidad, y pudiendo hacerlas más sabrosas. En la actualidad algún productor ha conseguido multitud de sabores añadiendo a su particular fórmula especias, condimentos y cereales diversos.