La variedad arbequina es una variedad de olivo. Fue introducida por el duque de Medinaceli en el siglo XVII. El duque vivía en el castillo-palacio de Arbeca, en Lérida, de ahí el nombre que recibe esta variedad en honor al municipio donde residía.
La calidad de los aceites producidos con esta variedad de aceituna es muy apreciada, realmente de las mejores de España. Sin embargo es un aceite muy inestable, lo que supone que en pocos meses va perdiendo sus características tan apreciadas de aroma y gusto.
Sus características sensoriales son de bajo amargo y picante, y una nota frutal acentuada.