Galletas de aceite mallorquinas clásicas

Origen de las galletas de aceite mallorquinas clásicas:

Su origen se remonta a la época de las largas travesías en barco pero cuando no se disponía de cámaras de conservación en los buques. Por eso se necesitaba un buen sustituto del pan, que fuera fácil de almacenar y muy nutritivo. Pero sobre todo que durase mucho tiempo, pues no debían enmohecerse ni fermentarse. Y de ahí que muchas veces se les llamen “galletas marineras”, que con el paso del tiempo ha resultado ser una receta tan útil que ha pasado a la vida cotidiana.

Elaboración:

Una fórmula tradicional guardada desde hace años por la familia Noceras y mediante la cual se mezclan los distintos ingredientes para después darles el tiempo y temperatura de horneado justos y conseguir la textura perfecta.

Presentación:

La clásica bolsa de galletas mallorquinas de aceite y que casi todo mallorquín tiene en su hogar.

La parte frontal tiene un cálido tono marrón para reforzar su imagen de producto tradicional, de toda la vida. El resto del paquete se presenta transparente para poder apreciar directamente el producto y su aspecto.

Bolsa de plástico alimentario de 240 grs.

Y para disfrutar mejor de las galletas de aceite mallorquinas clásicas:

Solas como tentempié resultan muy prácticas. Pero como mejor se disfrutan es poniéndoles encima un trocito de tomate, vertiendo encima un chorrito de aceite de oliva y si se quiere, con un trocito de queso o embutido de calidad.

En Mallorca es muy habitual untarlas con un pedacito de Sobrasada, que lo hacen un conjunto delicioso.